Si acabas de adquirir una casa, es importante que dentro de tu presupuesto familiar asignes una partida anual para el mantenimiento de tu inmueble, conforme transcurran los años este concepto puede aumentar y para evitar que se convierta en un gasto alto, lo mejor es aplicarlo periódicamente. Te sugerimos realizar una inspección física ( cada 6 meses o anual), esto puede significar la diferencia en el valor de venta de tu casa cuando llegue el momento de venderla y evita que demerite su aspecto. A continuación te recomendamos los principales detalles a revisar:
- Instalaciones eléctricas
- Fontanería ( tuberías )
- Humedades
- Impermeabilización
- Aire acondicionado, calefacción y sistemas de sonido y alarma
- Ventanas, canceles, cristales y mosquiteros
- Carpintería en general
- Instalaciones de gas
- Limpieza del tinaco de agua
- Grietas en paredes y techos
- Pintura y acabado en fachada, paredes y pisos
- Revisar y reemplazar tejas o ladrillos rotos
El presupuesto que debes asignar va del 1 al 2% del valor de la casa, recuerda que esto dependerá de varios factores:
- Periodicidad con que lo hagas .
- Antigüedad de tu casa.
- Si lo haces tu mismo o si contratas una empresa especializada.
Lo más importante es que la casa que habitas sea cómoda y confortable para ti y tu familia, que los espacios se adapten a las necesidades y gustos de los que más quieres, y el mantenimiento de la casa tiene un rol que no debes dejar pasar.